Con una conferencia sobre el impacto que ha tenido en el estado de ánimo de los chilenos la pandemia de Covid-19 que dictó el psiquiatra e investigador nacional Paul Vöhringer, la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso inauguró su año académico 2021.
La ceremonia se realizó en modalidad remota y reunió en línea a las principales autoridades institucionales, encabezadas por el rector Osvaldo Corrales, y a más de un centenar de invitados entre los cuales figuraron directivos de todas las unidades académicas y sedes de la UV, docentes, administrativos, estudiantes y profesionales de las más variadas disciplinas.
La presencia de todos ellos fue agradecida por el decano Antonio Orellana, quien en su discurso de inicio de las actividades lectivas dio cuenta de alguno de los aspectos más destacados de la gestión de la Facultad en los últimos doce meses.
“Todos sabemos que el año que pasó fue particularmente difícil y complejo. Y todo indica que el que se inicia no será muy diferente. Por eso, mis primeras palabras son para destacar el compromiso y la dedicación de todas las personas que cumplen funciones en este plantel, que han demostrado unión y sentido de equipo. Frente a la crisis, nuestros docentes, estudiantes, egresados y funcionarios han sido actores de primera línea en el combate contra la pandemia. A unas y otros les agradezco profundamente su labor, y muy especialmente a quienes trabajan en nuestros centros, laboratorios y campos clínicos, y a los centros de estudiantes, que por su rol en el ámbito de la salud pública se pusieron al servicio de la comunidad para prestar ayuda y asistencia a las personas enfermas o más necesitadas, con responsabilidad, dedicación y compasión, asumiendo muchas veces altos riesgos personales y familiares”, afirmó el doctor Orellana.
Acto seguido, el decano agregó: “Asimismo, debemos enorgullecernos por la forma en que supimos responder al desafío que nos demandó la emergencia sanitaria en el ámbito formativo, la manera como enfrentamos los procesos académicos de pregrado y postgrado -en particular lo relacionado con la docencia remota e híbrida-, y también los procesos administrativos y logísticos; de la realidad que pudimos construir todas y todos juntos y que pese al contexto que todavía vivimos, nos permite observar con optimismo el futuro”.
De igual manera, el decano valoró los avances de la Facultad en materia de planificación y desarrollo, vinculación con el medio e investigación, en todos los cuales relevó la importancia de que hayan sido asumidos con una visión interdisciplinaria e interprofesional.
Pilar institucional
Tras el discurso del doctor Orellana intervino el rector Osvaldo Corrales, quien en primer término se refirió al particular contexto que por segundo año consecutivo enfrenta la Universidad de Valparaíso al reiniciar sus actividades.
“Este tipo de ceremonias son un momento especial de reencuentro, habitual para retomar las actividades académicas, pero que ciertamente el contexto de pandemia y confinamiento ha contribuido a que pierdan algo de su brillo. Sin embargo, siguen siendo igual de relevantes, porque nos permiten volver a hacer universidad en lo que atañe a las disciplinas, no solo en el aspecto de la formación, sino también al desarrollo, comprensión y solución de los problemas que nos atañen”, sostuvo la máxima autoridad de la Universidad de Valparaíso.
El rector Corrales también se refirió al rol que la Facultad de Medicina durante la emergencia sanitaria. “Por sus características, esta Facultad ha debido enfrentar múltiples desafíos, siendo uno de los pilares de la ayuda que la UV ha brindado al país y a la Región, poniendo todas nuestras capacidades al servicio de las personas, de las comunidades, del bien común. Valoro y destaco los aportes que ésta y todas nuestras facultades han hecho en este tiempo, porque sin duda son un sello que da sentido a nuestra misión y que nos invita a seguir haciendo Universidad”, aseveró.
Conferencia
La ceremonia de inauguración del año académico 2021 de la Facultad de Medicina de la UV concluyó con la conferencia “Habitar la incertidumbre: desafíos para las enfermedades del ánimo en la era del Covid”, que dictó el médico psiquiatra Paul Vöhringer.
Durante su presentación, este docente e investigador de la Universidad de Chile y primer latinoamericano en recibir el premio Gerald L. Klerman de Psiquiatría, se refirió al estado de la salud mental en nuestro país y al impacto que en ella ha tenido la pandemia de Covid-19.
Al respecto, explicó que Chile presenta una situación compleja en esta materia, ya que lleva muchos años con cifras muy altas en materia de salud mental y emocional.
“La pandemia nos pilló exhibiendo un sistema de salud fragmentado y dual, con baja asignación de recursos en este ámbito, con una prevalencia de 22% de trastornos mentales, significativas tasas de suicidios, sin una legislación adecuada en el tema y una baja cobertura en la atención, con planes y programas de atención con bajo financiamiento, entre otras cosas”, puntualizó.
Según explicó el especialista, todo ello influyó al momento de hacer frente al coronavirus a través de las cuarentenas. “Las restricciones de este tipo son una suerte de tratamiento contra el virus que sin duda han tenido impacto en nuestra salud mental y emocional”, dijo.
En tal sentido, Vöhringer precisó que actualmente se aprecian notorios síntomas de estrés postraumático, depresión y ansiedad en personas adultas que se han visto potenciados por estresores como el temor a infectarse, la frustración, el aburrimiento, la difusión permanente de información relativa a la enfermedad, la pérdida de ingresos, la estigmatización y la violencia intrafamiliar.
“A esta realidad se debe agregar la de los niños, cuya situación también es preocupante, toda vez que uno de cada cuatro de ellos reconoce estar triste o falto de ganas para hacer actividades que les gustan; un tercio admite cambios de apetito, problemas para dormir y otro tanto se siente irritable, de mal genio. Por todo lo anterior, poder brindar soluciones o recomendaciones ante esto resulta ser un desafío no menor, dado el contexto en que se vive”, argumentó el psiquiatra.