Unidad de Estudios Clínicos de la Escuela de Medicina busca producir exosomas a gran escala, en alianza con empresas privadas
Se trata de una propuesta basada en un proyecto de investigación, avalado por CORFO, que apunta a generar un bioproducto capaz de regenerar tejidos humanos.
Si hace unos años las células madre generaron toda una revolución en materia de regeneración de tejidos humanos, hoy la mirada apunta a los exosomas.
Estas diminutas vesículas que se forman dentro de una célula y contienen proteínas, ADN y ARN, son liberadas para que las células puedan comunicarse entre sí y desencadenar procesos regenerativos. Se las considera pequeños mensajeros que pueden actuar como transportadores de "cuantos" o paquetes de información estructural y funcional a la vez.
Precisamente, en estas estructuras se han enfocados las y los investigadores de la Unidad de Estudios Clínicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso que trabajan en un proyecto CORFO que se encuentra en su fase final de ejecución, el cual apunta al escalamiento del sistema productivo de células madre mesenquimales en dos dimensiones, hacia un sistema tridimensional basado en su adhesión a matrices porosas para la producción a gran escala para uso en medicina regenerativa.
En esta etapa final, sus autores buscan apalancar la continuidad de dicho trabajo a través de la convocatoria del concurso IDeA I+D - Tecnologías Avanzadas 2025 de la ANID, esta vez asociados a las empresas Citomed y Medicel y asesorados por el programa Innova UV que impulsa la Vicerrectoría de Investigación de esta casa de estudios.
La doctora Ivanny Marchant, farmacóloga clínica y responsable de la dirección de la Unidad de Estudios Clínicos de la Escuela de Medicina, explicó que la idea en la que ahora se centran apunta a generar un bioproducto basado en derivados de células madre para su aplicación en terapias regenerativas con las empresas asociadas a la iniciativa.
“Hemos estado trabajamos con Citomed y Medicel, orientados a apoyar el desarrollo industrial. Informamos respecto de sus prácticas de laboratorio a modo de auditoría. Ahora, en esta nueva convocatoria, que es por cuatro años y por un monto de 660 millones de pesos, a través de IDeA ANID, vamos como institución beneficiaria. Es muy interesante atraer capital privado de empresas para poder hacer la transferencia tecnológica y mejorar con ello la práctica clínica”, dijo la doctora Marchant.
La investigadora precisó que la meta es generar un producto que se pueda administrar en la población, por lo que pretenden realizar un ensayo clínico de fase 1, es decir, fase clínica con personas sanas para demostrar la seguridad y tolerancia del producto. Luego continuarán hacia el siguiente nivel, la fase 2, para probar que este producto tenga la capacidad efectivamente de disminuir las líneas de expresión, por lo que lo probarán en piel humana.
“Estas empresas tienen roles en la cadena productiva, pero también en el uso potencial de estos productos basados en exosomas, un derivado de las células madre que hoy podemos extraer y purificar para aplicarlos directamente”, agregó Ivanny Marchant.
Producto farmacéutico
Pablo Olivero, bioquímico de la Unidad de Estudios Clínicos y director técnico del proyecto, sostuvo a su vez que por medio de esta nueva convocatoria buscan levantar fondos de inversión para desarrollar un producto farmacéutico.
“No somos una industria farmacéutica, pero nos interesa el desarrollo completo del producto desde la fase 1 a la fase 4 y sería una gran oportunidad en términos académicos poder unirnos. Contamos con laboratorios estables que tienen infraestructura de punta en distintos lugares de país y podríamos desarrollar investigación en conjunto al más alto nivel. El proyecto CORFO nos permitió conocer y trabajar durante un año con un biorreactor de forma tal que logramos una producción de células madre y exosomas de manera industrial, lo que permite el empaquetamiento”, señaló.
Francisca Rosenkranz, directora subrogante de Innovación y Transferencia Tecnológica de la UV, indicó que “esta iniciativa tiene una gran proyección porque en ella se mezcla el trabajo de diferentes líneas de investigación para desarrollar investigación aplicada donde participan empresas que son necesarias para proveer insumos o como usuarios después de lo que se desarrolle. Como Vicerrectoría de Investigación e Innovación UV apoyamos en todo el proceso, desde la postulación, la regulación y normativa para proteger los resultados de investigación”.
Empresas socias
Medicel cuenta con laboratorios especializados en células madre. Paulo Orellana Varela, gerente general de la empresa, expresó que esta “es una oportunidad de crecimiento para todas las partes. Somos laboratorio de células madre, pero actualmente no utilizamos los exosomas como producto”.
Celeny Figuera, gerenta de operaciones de la empresa, agregó que los medios donde crecen las células no están siendo empleados. “Con este proyecto se pueden utilizar los medios para obtener los residuos celulares y ahí hay presencia de exosomas”, indicó.
Medicel participaría con horas-hombre de laboratorio, maquinaria e infraestructura que se complementa con el resto de los requerimientos del proyecto.
En tanto, el doctor Leopoldo Parada, médico traumatólogo y director del Centro de medicina regenerativa Citomed, detalló que se dedican a tratamientos con productos biológicos de pacientes con diversas enfermedades. “Tenemos estrecha relación con Medicel que nos provee de células madre. Nuestro objetivo es establecer el desarrollo de los exosomas que, a mi parecer, son el futuro de la medicina regenerativa. La célula madre ya cumplió su objetivo y ahora vamos por los exosomas, y en unos años más va a ser, con seguridad, los de tipo sintético”, dijo.
Parada comentó además que se trata de pasar de un caldo de cultivo pequeño a biorreactores que hacen la producción más segura, eficiente y en cantidades industriales. Esto debería reducir los costos de los tratamientos hasta llegar a niveles que se puedan aplicar masivamente a nivel de los hospitales públicos del país, mejorando la accesibilidad a estas terapias.
En Chile ya se utilizan exosomas dedicados a piel, ya sea inyectados o en sérum. No obstante, aún no se emplean para enfermedades, porque no están disponibles en el país. “En oncología el futuro está puesto en los exosomas, ya que permitirán hacer quimioterapia específica, atacando sólo a las células enfermas”, concluyó el médico traumatólogo.
Nota: Daniela Di Prima / Webmaster: Sebastián Duarte