Conversatorio de Medicina abordó implicancias y desafíos de implementar un modelo de Atención Primaria de Salud universal
Las características y condiciones que en la actualidad presenta el sistema asistencial público, así como las implicancias y los desafíos que plantea el plan piloto que el Gobierno comenzó a aplicar este año en siete comunas del país, con el objetivo de avanzar hacia la implementación de un modelo de Atención Primaria de Salud (APS) universal en Chile, fueron los temas sobre los que giró el conversatorio que organizó y al que convocó la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso.
En el encuentro participaron como expositores la coordinadora del Consejo para la Universalización de la APS y exministra de Salud, María Soledad Barría; el director del Departamento de Salud de la Municipalidad de La Cruz, Diego Ramírez, y el profesor de la Escuela de Medicina de la UV e integrante del colectivo Ues por el Territorio, Mario Parada. A ellos se sumó, en calidad de moderadora, la directora del Departamento de Humanidades Médicas y Medicina Familiar de la Escuela de Medicina de la UV, Carolina Reyes.
La bienvenida al medio centenar de docentes, estudiantes y profesionales de diferentes disciplinas que asistieron al conversatorio estuvo a cargo del decano Antonio Orellana. En la ocasión, la autoridad académica planteó a modo de introducción que la atención de salud debe dejar de estar basada en modelo que aún se centra en la enfermedad y no en el bienestar de las personas, y cuyo centro sigue radicado en los hospitales complejos y, por tanto, alejado de la realidad local y de las personas.
Tras su intervención, hizo uso de la palabra María Soledad Barría, quien siguiendo esa línea sostuvo que aun cuando Chile presenta indicadores que dan cuenta de un gran avance en salud a partir de la segunda mitad del siglo pasado, muchos de los indicadores que se consideran para ese análisis se basan en promedios que, en definitiva, esconden problemas y diferencias importantes que afectan a la población.
Al respecto, la coordinadora del Consejo para la Universalización de la APS sostuvo que el perfil epidemiológico de Chile ha ido cambiando con el paso de las décadas y que los problemas que enfrenta en esta materia se relacionan hoy con el notorio envejecimiento que exhibe su población; una multimorbilidad, que implica que tres de cuatro adultos padezcan dos o más enfermedades crónicas; una mayor exposición a riesgos por pandemias, terremotos e inundaciones; y desigualdades sociales y económicas que dificultan el acceso, los tiempos de respuesta y el financiamiento en salud, lo que genera dispares resultados y una importante insatisfacción con los sistemas de atención público y privado.
Frente a este escenario, la exministra de Salud sostuvo que para avanzar hacia la universalidad en la APS es fundamental que la políticas públicas en salud actúen sobre los determinantes sociales, que consideren como preocupación especial las desigualdades manifestadas y que estén presentes en todas las demás políticas sociales, de trabajo, de vivienda y de medioambiente, entre otras.
En ese sentido, Barría rescató algunas definiciones clásicas de los que debe ser la salud, entendida esta como los esfuerzos comunitarios organizados, el desarrollo de una maquinaria social que garantice a cada individuo en comunidad un estándar de vida adecuado para el mantenimiento de la salud y donde la medicina sea cada vez menos el arte de curar y más de promover la salud y el bienestar general de las personas.
Trabajo estratégico
El segundo de los expositores en intervenir en el conversatorio fue el médico cirujano y director del Departamento de Salud de la Municipalidad de La Cruz, Diego Ramírez, quien dio cuenta de la experiencia de esa comuna en la implementación del plan piloto de APS universal.
El representante municipal se refirió en primer término a las gestiones que su equipo ha debido realizar en materia de gestión inicial, coordinación local, coordinación con autoridades del nivel central y regional, análisis de brechas y despliegue asistencial. Esto como parte de la iniciativa que el Ministerio de Salud lanzó a comienzos de abril pasado en siete comunas escogidas (Alhué, Canela, La Cruz, Coltauco, Linares, Perquenco y Renca), y que apunta a que todas las personas que viven, trabajen o estudien en esos territorios puedan acceder a las prestaciones que realizan los establecimientos de atención primaria.
Según precisó Ramírez, lo anterior es parte de un trabajo estratégico que ha buscado disminuir las resistencias al cambio, posicionar esta reforma como una oportunidad de mejora de las condiciones laborales para el personal de salud, actualizar los flujos que se evalúan en forma deficiente e incorporar tecnologías de la información a la gestión asistencial.
En esa línea, detalló que a la fecha la comuna de La Cruz exhibe una meta de cumplimiento en la inscripción universal del 34 por ciento de la población potencial, que equivale a dos mil 150 inscritos, encontrándose aún por debajo de la meta del 40 por ciento de inscritos que fue fijada por las autoridades sectoriales. Por ese motivo, el director del Departamento de Salud de dicho municipio dijo que continuarán ejecutando una serie de acciones tendientes a involucrar a la personas, a través de actividades de participación y diálogo ciudadano.
Oportunidad de transformación
El último de los tres expositores en dar cuenta de su parecer sobre el tema al que convocó el encuentro fue el profesor de la Escuela de Medicina de la UV Mario Parada, quien en la ocasión también intervino como integrante del colectivo Ues por el Territorio.
El académico inició su presentación señalando que la universalización de la APS es, a su juicio, la mejor herramienta disponible para cambiar el destino de Chile en materia de salud. Sin embargo, advirtió que dada la forma en que este objetivo está siendo abordado actualmente por las autoridades del país, por ahora no le parece adecuado hablar de una política de Estado propiamente tal, sino, más bien, de una agenda de gobierno o de una simple intención declarada.
“Hasta ahora la APS sólo funciona de facto para el cincuenta por ciento de los chilenos y chilenas, porque hay un montón de gente que debiendo ser de Fonasa no está inscrita en el sistema y hay otro tanto que estando inscrito no lo usa, sino que utiliza la atención privada. Por qué: porque en definitiva todo el sistema público se ha trasformado en un sistema precario y fíjense el desafío que significa universalizar la precariedad. Es ridículo y así, de entrada, suena fatal. Por tanto, esta estrategia debe transformarse en un motor fundamental de lo que quienes estamos a favor de la universalización queremos: un efecto real de demostración”, aseveró Parada.
Hecho ese punto, y luego de reiterar que los servicios de salud son una determinación social de las condiciones de salud y bienestar de la población, el médico salubrista expuso las principales consideraciones de Ues por el Territorio frente a la opción de universalizar la APS.
Entre ellas destacó que esta propuesta representa una gran oportunidad para que la transformación de la formación de pregrado de las profesiones de salud sea incorporada desde el diseño de esta política, a la vez que es un llamado a las universidades, para que se hagan parte de ese proceso en forma colaborativa.
Junto con ello enfatizó en la necesidad de que la vinculación que existe entre las instituciones formadoras con el trabajo de las comunas pioneras se salga de la relación tradicional docente-asistencial y entre en una dinámica en la que la academia también aprenda, crezca y se nutra de lo que acontece en los territorios.
El conversatorio concluyó con un dialogo que los expositores sostuvieron con los asistentes al encuentro. Tanto su presentaciones como las reflexiones finales puede ser vistas por los interesados en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=6ouKa80UF30.