En seminario en que participaron diferentes áreas del conocimiento.
La interrelación entre la alimentación y la salud mental fue el foco del seminario organizado por el Departamento de Salud Pública de la Escuela de Medicina y que contó con destacados investigadores e investigadoras de diferentes áreas del conocimiento.
Rubén Alvarado, profesor de la Escuela de Medicina, médico psiquiatra, magíster en Salud Pública, doctor en Psiquiatría y Cuidados comunitarios, fue el encargado de inaugurar las presentaciones con la ponencia “Salud mental en Chile”.
En la oportunidad dio a conocer una investigación que desarrolla en Curaco de Vélez, en Chiloé, acerca de salud mental y patrones alimentarios. Este estudio arrojó, preliminarmente, que existe una asociación entre patrones alimentarios (al menos para comidas grasas) y distrés emocional. Asimismo, el nivel de distrés emocional se asocia en forma negativa con la disposición de tener hábitos alimentarios saludables, incluyendo el cambio de hábitos. El docente indicó que la promoción de una alimentación saludable debe considerar la salud mental de las personas, realizando actividades que potencien ambas cosas.
Luego, Ulises Ríos, docente de la Escuela de Medicina, médico psiquiatra, magíster en Salud Pública y doctor en Psicoterapia, se refirió a los modelos de interacción gen-ambiente en salud mental. Indicó que “el eje intestino-cerebro es un área de desarrollo de investigación de los últimos años muy interesante. Hay un montón de factores que están influyendo en la microbiota. Por supuesto, la alimentación, desde temprana edad, ocupa un rol muy relevante que los clínicos debemos comenzar a atender para trabajar con hipótesis de mayor complejidad”.
Agregó que el horizonte en que se sobreponen disciplinas de diferente índole “es probablemente el lugar de mayor riqueza. Debemos atender la variabilidad para integrarla a la planificación de una conducta terapéutica de mayor precisión”.
¿Somos lo que comemos?
En tanto, la profesora Mariane Lutz, química farmacéutica, magíster en Nutrición Humana y directora del Departamento de Salud Pública de la Escuela de Medicina, presentó “¿Somos lo que comemos? Alimentación y salud mental”.
Al respecto observó que los alimentos contienen nutrientes y no nutrientes como la fibra, polifenoles, carotenoides, fitoesteroles, EPA o DHA. “Un patrón alimentario saludable tiene un alto consumo de granos, frutas y verduras, leguminosas, frutos secos y grasas insaturadas, consumo moderado de pescado, mariscos, aves y lácteos y un bajo consumo de carnes rojas procesadas, azúcares y harinas refinadas”, dijo.
Indicó que un patrón alimentario saludable incluye una gran diversidad de componentes asociados a salud mental, tanto protegiendo como ayudando a que no se desarrollen los trastornos. Se ha observado que a mayor adherencia a la dieta mediterránea, menor sintomatología depresiva.
“La fibra tiene una acción prebiótica, ya que favorece la eubiosis, es importante en el eje cebro-intestino y la comunicación bidireccional. El deterioro cognitivo y de salud mental involucra la oxidación y la inflamación. Los polifenoles son antioxidantes y antiinflamatorios, regulan la expresión génica y son neuroprotectores. EPA y DHA son antiinflamatorios neuroprotectores y reguladores de genes”, indicó Mariane Lutz.
El seminario contó con la participación de Carolina Franch, antropóloga, directora de la Oficina de Género de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, quien se refirió a “Mujer y salud mental en Chile, metáforas y narrativas desde la alimentación”; Camila Oda, psicóloga, doctora en Psicología Clínica y Salud, quien abordó “Factores psicosociales que influyen en el comer”, y Roberto Aristegui, psicólogo clínico, magíster en Filosofía, doctor en Filosofía, quien expuso “Mindfulness, comer consciente”.
El seminario, realizado en modalidad presencial, se transmitió por el canal de YouTube de la Escuela de Medicina, al que se sumaron más de 70 personas. El evento completo se puede ver aquí.