78 alumnos de primer año de la carrera de Medicina recibieron su delantal blanco y la piocha institucional
Ceremonia de investidura contó con la participación de autoridades académicas y representantes de Centro de Estudiantes.
Setenta y ocho estudiantes de primer año de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso, Casa Central, fueron investidos con el tradicional delantal blanco y la piocha institucional que los identifica con su nombre.
La ceremonia se realizó en el aula magna Victorio Pescio y fue encabezada por el decano de la Facultad de Medicina, Antonio Orellana, quien en la ocasión estuvo acompañado por la directora de esa Escuela, Catherine Soto, y el jefe de la carrera, Cristian Papuzinski.
En su discurso de investidura, el decano Orellana invitó a cada estudiante a asumir los desafíos de la disciplina con gran compromiso, principios éticos y “con la responsabilidad que deben tener con vuestros pares, maestros y, especialmente, con vuestros pacientes”.
Tras su intervención, los alumnos de primer año Adolfo Lang, María Jesús Núñez, Ximena Olguín y Franco Tortorolo leyeron el Código de Honor de los Estudiantes de Medicina de la Universidad de Valparaíso. Luego de ello, cada uno de los 78 estudiantes de primer año procedió a suscribir el código, para posteriormente ser investidos por la directora de la escuela y el jefe de carrera con el delantal y la piocha. También les fue entregado un bolso Institucional, una credencial para ser utilizada en campos clínicos y el reglamento de estudios de la carrera.
En representación de la generación, las alumnas Rafaella Fernández y Eloísa Girón hicieron uso de la palabra.
La ceremonia concluyó con un mensaje que entregó el doctor Cristian Papuzinski. "Decidir por la medicina es una opción individual que involucra a la sociedad en su conjunto, pues optamos por relacionarnos con nuestro medio desde la posibilidad que la sociedad nos ha confiado quizás en una de las dimensiones más sensibles de la vida, como es alejarnos de la vida misma, el proceso de enfermar. Por lo tanto, debemos estar a la altura, con una postura que migre desde la individualidad hacia la colectividad, con valores como la cordialidad, el respeto, la responsabilidad y la compasión. Estos valores se ponen a prueba a cada segundo en la gran coyuntura histórica que nos ha tocado vivir de la mano de guerras, pandemias e inequidades sociales”, expresó el jefe de carrera de la Escuela de Medicina de la UV.