Propuesta de estudiantes de Educación Parvularia es implementada en hospital geriátrico de Limache
Promueve la convivencia de niños y adultos mayores para fomentar el vínculo intergeneracional y la rehabilitación.
El hospital geriátrico de Limache se transformó en el primer centro de atención de salud de Chile en aplicar un programa permanente basado en la interacción entre niños pequeños y adultos mayores, con el propósito de fortalecer los vínculos intergeneracionales en los niveles familiar y comunitario y, de paso, contribuir con ello a la rehabilitación de sus pacientes.
La iniciativa se concretó a partir de la colaboración surgida entre la Unidad de Terapia Ocupacional y el jardín Infantil y sala cuna de ese recinto asistencial y la Escuela de Educación Parvularia de la Universidad de Valparaíso.
Ésta se inició en marzo de 2018 a raíz de la práctica profesional que las estudiantes de esa carrera Mayte Egaña, Ninoska Salinas y Jeny Zamora realizaron en el mencionado hospital, las que, posteriormente -bajo la guía de la docente Gudrun Marholz-, desarrollaron una investigación teórico-práctica para obtener su título y grado que culminó, a fines de ese mismo año, con la presentación de una propuesta de intervención en el ámbito de la promoción de la salud denominada “Instancias de encuentros intergeneracionales: una forma de transformar la práctica educativa”.
Esta última fue recogida con beneplácito por la dirección del hospital, que con el respaldo del Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota decidió incorporarla a sus programas permanentes de rehabilitación física y mental diseñados para los pacientes afectados por diferentes patologías que allí permanecen internados o que son atendidos en forma ambulatoria.
“Estamos muy contentos con esta experiencia surgida de una coincidencia de objetivos, puesto que sin duda aporta valor a los programas que nosotros ya estábamos ejecutando en materia de estimulación cognitiva, tanto en lo terapéutico como en lo formativo, toda vez que ésta no solo beneficia a los adultos que son usuarios de nuestro sistema, sino que también a los niños -hijos de funcionarios- que asisten al jardín infantil que forma parte de este recinto, pues permite familiarizarlos desde temprana edad con las personas mayores”, afirmó el director (s) del hospital geriátrico de Limache, Antonio Reyes.
Sustento teórico
En términos generales, la propuesta de intervención ideada por las estudiantes de la Escuela de Educación Parvularia de la Universidad de Valparaíso considera la habilitación de espacios que promuevan la convivencia entre los niños del jardín infantil del hospital y los adultos mayores que son pacientes en dicho recinto con el fin de motivar el contacto intergeneracional mediante la realización de juegos, ejercicios didácticos, actividades artísticas, karaoke, teatro de títeres, taller de cultivo de plantas y acciones destinadas a potenciar el lenguaje y la motricidad de unos y otros, siguiendo una serie de pautas.
Al respecto, la directora (s) del jardín infantil y sala cuna de la mencionada institución geriátrica, Tania Serey, sostuvo que el desarrollo y aplicación de esta iniciativa ha sido “muy enriquecedora”.
“Se aprecia la dedicación y lo positivo que es trabajar con profesionales de otras disciplinas en pro de un propósito común. Si bien para nosotros integrar a niños pequeños con adultos mayores era algo que veníamos haciendo, nos faltaba una base teórica y un sustento metodológico para lograr que esa labor fuera sistemática y sus resultados más efectivos. En ese sentido, la colaboración y asesoría de la Escuela de Educación Parvularia de la UV fue fundamental”, precisó la educadora.
Su parecer fue refrendado por la encargada de la Unidad de Terapia Ocupacional del hospital, Catalina Pérez, quien afirmó que el trabajo interdisciplinario permite ampliar la dimensión de los resultados obtenidos en el proceso recuperativo de los pacientes.
Idea replicable
El programa surgido de la colaboración entre el hospital de Limache y al Escuela de Educación Parvularia de la UV fue muy bien evaluado por la coordinadora de Cuidados Infantiles de la Unidad de Buenas Prácticas Laborales del Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota, Patricia Poblete, quien calificó la propuesta como un caso digno de ser replicado en otros centros asistenciales.
“Educar es un hecho social que no está restringido solo a las instituciones formadoras, ya que se valida y adquiere mayor profundidad cuando se incorpora a otros contextos. Desde esa perspectiva, el trabajo realizado aquí nos parece muy positivo y, por ello, creemos que puede servir de modelo para ser instaurado en otros hospitales”, acotó la coordinadora.
Al respecto, la profesora Gudrun Marholz, docente guía del trabajo que derivó en el desarrollo de este novedoso programa intergeneracional, afirmó que este hecho demuestra el fin práctico que tiene una formación que considera procesos que se hace cargo de las necesidades y desafíos del entorno.
“En nuestra escuela venimos propiciando el desarrollo de trabajos de investigación-acción destinados a establecer espacios de interacción intergeneracional, precisamente porque entendemos que estos sirven para los objetivos que nos hemos propuesto alcanzar y que dicen relación con el impacto positivo que esto tiene en los niños y niñas y en la formación de profesionales desde una perspectiva integradora de la educación y la salud, atendiendo los requerimientos biopsicosociales de la primera infancia, las familias y la comunidad”, dijo la académica de Educación Parvularia UV.