Estudiantes de Obstetricia y Puericultura vistieron por primera su tradicional uniforme rojo y blanco
Un total de 155 futuros matrones y matronas de segundo y tercer año fueron investidos de manera presencial.
Tras verse obligados a esperar durante varios meses por causa de la pandemia, 155 estudiantes de segundo y tercer año de la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de Valparaíso vistieron por primera vez, de manera oficial, el uniforme que los distinguirá como futuros matrones y matronas de ese plantel en sus actividades de práctica clínica y pasantías en los centros asistenciales y hospitalarios de la Región.
Cada uno de ellos lució con orgullo la tradicional vestimenta roja con visos blancos y también recibió la correspondiente piocha institucional en dos ceremonias de carácter presencial que se realizaron en la sede Reñaca de la Universidad de Valparaíso y que estuvieron encabezadas por el decano de Medicina, Antonio Orellana, y la directora de la Escuela, Paula Oyarzún.
La satisfacción de las 150 mujeres y cinco hombres que formaron parte de este grupo en ambos actos también la vivieron sus familiares y amigos, quienes pudieron seguir los pormenores de estos a través de las pantallas, gracias a que fueron transmitidos en directo por medio de diferentes plataformas digitales.
Responsabilidad y confianza
La primera de las ceremonias de investidura se efectuó durante la jornada de la mañana y convocó a ochenta estudiantes que en la actualidad cursan tercer año de la carrera que no pudieron ser investidos en marzo de 2020, debido a las restricciones sanitarias que fueron decretadas entonces. La segunda se realizó por la tarde y en ella participaron 75 estudiantes de segundo año que inicialmente debieron haber vestido el uniforme clínico en marzo pasado.
En la ocasión, la directora de la Escuela de Obstetricia y Puericultura, Paula Oyarzún, valoró la buena disposición de los alumnos de la carrera frente a los cambios introducidos con motivo de la pandemia y las dificultades que debieron enfrentar en ese contexto. Asimismo, destacó el significado de esta tradicional ceremonia y la implicancia que ésta tiene para su formación de pregrado.
“Al recibir su uniforme, a ustedes se les concede la responsabilidad y la confianza en la atención integral de personas, como parte de su aprendizaje correspondiente al primer ciclo formativo y al sello tan propio de nuestra escuela. El llamado que les hacemos es, por lo tanto, a que sean juiciosos y respetuosos”, sostuvo la autoridad académica durante el discurso que pronunció.
En tanto el decano de la Facultad de Medicina, junto con felicitarlos, alentó a los estudiantes a asumir con rigor, pero con humildad y sana prudencia sus futuras labores.
“Esta noble e importante profesión cuyos orígenes se remonta a prácticas ancestrales es ante todo una vocación que debe estar siempre al servicio de las personas, de la comunidad. Ejérzanla con responsabilidad, pero al mismo tiempo con empatía. Asistan, acompañen, atiendan y curen”, sentenció el doctor Orellana.
En las ceremonias también estuvieron presentes la jefa de carrera, Alejandra Muñoz, las directoras de departamento y parte del equipo de docentes de la Escuela de Obstetricia y Puericultura.